- Vamos a ver si sé hacerlo:
IDENTIFICACION DE LOS DENARIOS ANÓNIMOS DE LA REPÚBLICA ROMANA SEGÚN SUS CARACTERISTICAS MÁS ESENCIALES.
Por: correcamino.
No es fácil elaborar una clasificación o guía de los denarios de la serie anónimos de la antigua República romana, sin embargo, son varios los autores que han hecho con grandes esfuerzos esbozos de esta clasificación. De entre ellos destacamos la labor de Crawford en su RRC. y al que referenciaremos siempre que nos sea posible y sea mínimo el margen de error. Pero nuestra mayor dedicación estará relacionada con el estudio realizado por Steve Brinkman y Pierluigi Debernardi que reseñamos al final y es base del contenido de este escrito.
Nuestra única aportación, por tanto, es hacer algo más asequible la traducción y, a través de la simplificación, la comprensión. Parece una tarea sencilla y fácil pero ha requerido de un amplio número de horas. Complementamos así otro trabajo que más escuetamente hicimos sobre “La personificación de Roma en los denarios republicanos”.
Aunque el campo de las monedas de plata en la antigua república romana es más amplio, aquí nos fijamos preferentemente en aquellos denarios que en el anverso sitúan la cabeza idealizada de la ciudad de Roma y, en el reverso, a los dioses Dioscuros a caballo sin simbología alguna.
Varios son los detalles en los que deberemos fijar nuestra atención a la hora de analizar nuestras observaciones para la asignación de las monedas a los grupos ya estipulados de los autores que mencionábamos en líneas situadas más arriba. Todos los detalles son válidos, tanto los del anverso como los del reverso de las monedas, y aquí, expondremos aquellos que son más definitorios a la hora de llega a identificar con certeza cada una de esas monedas por muy semejantes que nos parezcan a simple vista.
ANVERSOS
El casco o gálea, y dentro de él, la visera.- Puede ser de estilo parasol o abocinada (RRC 44/5); ambas con sus variantes y sub-variantes. La abocinada suele terminar en unos gránulos redondos no unidos. También puede ser recta o curvada, sobresalir más o menos y estar compuesta generalmente por dos o tres líneas que se unen (o no) en la bisagra. Aunque nos anticipemos, diremos ya que en algunos tipos asoma sobre la frente y bajo el casco un mechón de pelos. En la parte posterior del casco existe un tipo en el que es claramente visible un cuerno bajo el ala (RRC. 68/1b)
El tamaño de la cabeza.- Para determinarlo entre grande o pequeña suele compararse con la “X” del valor y el espacio que ocupa en el campo o dentro de la grafila. El rostro también admite sus variaciones entre estrecho o delgado (RRC 53/2) ancho, anguloso y carnoso, incluso con papada o doble mentón (RRC. 107/1d). En más de una ocasión se observa un rostro bastante masculinizado, hasta el punto de ser confundido con el del dios Apolo.
El pelo.- Aparte de lo que ya dijimos que en algunos tipos sobresale algún rizo o mechón en la frente, en otros se observa también alguno sobre el hombro izquierdo (RRC. 152/1c). Pero la mayor variabilidad la encontramos bajo la solapa protectora del cuello. En esa parte mencionamos en primer lugar la presencia de un moño, pero generalmente lo que observamos son rizos (en número variable) que caen a lo largo del cuello o se acercan a la mandíbula. Incluso (FFC. 75/1c) hay un rizo a la altura de la oreja. Estos mechones pueden estar libres o sujetos por un cordel claramente visible; muchos de ellos son leoninos o terminados en una especie de letra “S”.
Las joyas.- El collar, como elemento de adorno, puede ser una simple línea y caer más o menos sobre el pecho. Otra variedad es el formado por una sucesión de perlas. Los pendientes tienen igualmente sus variaciones al ser más o menos largos, triangulares, o estar ornamentados con mayor o menor profusión según el número de elementos colgantes.
Mención especial de la nariz.- Hay un tipo muy abundante que es la nariz prominente, rectilínea y angulosa, sobre una minoría que denominaremos “puntiaguda”. (En “esquí” para los anglo parlantes) (RRC. 45/1).
Un punto bajo el cuello.- Este detalle es digno de ser mencionado pues constituye una variante dentro de algunos estilos.
REVERSOS.
Relación de tamaño entre jinetes y caballos.- Se contempla la proporcionada y la desproporcionada. También el sobrepeso de algunos caballos.
Posición de las patas de los caballos.- Existen diversas variantes con respecto a esta situación, tanto derivadas de las delanteras, con mayor o menor elevación o encabritamiento (RRC. 53/2), como de las traseras: extendidas o dobladas en el corvejón.
En las crines de los caballos la mayor variante es la conformada por puntos. (RRC. 164/1a y b)
Posición y número de las colas de los caballos.- A cada caballo debe corresponderle una cola, pero no siempre es así. Éste es un detalle que suele pasar bastante desapercibido, toda vez que nuestra vista tiende a dirige a la parte trasera de los caballos, donde observamos una cola que puede estar caída (dirigida hacia abajo) o extendida como si quisiera quedarse atrás. La otra cola del caballo posterior, si existe, hay que buscarla entre las patas traseras, normalmente como líneas..
Posición de las estrellas sobre las cabezas.- Estas estrellas pueden estar juntas o separadas; situadas justo encima, adelantadas, retrasadas o en medio con respecto a las cabezas. Al tiempo las hay con estructura en “X” (RRC. 164/1a y b) que forman una variedad, y, como un punto central del que emergen los rayos.
Diseño de las capas.- Una observación detenida sobre multitud de ejemplares nos llevaría a comprobar los distintos estilos, tipos y variante. Destacamos tres: como bandera al viento, ondulante y hinchada. Debemos apreciar también el número de líneas que la componen, desde la más simple, dos, a las más elaboradas e, incluso, rematadas en una especie de letra “B” (RRC. 53/2).
Las lanzas.- Son igualmente objeto de observación y catalogación según el largo, la posición y separación.
LA LEYENDA.- (El exergo).- Dentro del reverso es un elemento esencial para las clasificaciones. Podemos encontrarnos desde una leyenda incusa hasta una realmente exergual que contiene la leyenda bajo una línea, pasando por leyendas semi-incusas y en relieve, o las que se contienen en un marco rectangular, trapezoidal, con falta de alguna línea o cara, en tablillas, e incluso con una letra “O” de Roma, de pequeñísimo tamaño (RRC.53/2). Hablando de tamaños de las leyendas, existe también un tipo muy reducido que ocupa escasamente las tres cuartas partes del espacio situado bajo los caballos (RRC. 139/1). Todas ellas conforman tipos y variantes.
EL PESO.- De por sí es difícil hacer una catalogación cronológica de estas monedas, pero se ha observado que las monedas más antiguas suelen presentar un peso mayor, correspondiendo por lo general al S. III. y principio del S. II. las que superan los 4 grs. y, aproximándose a la mitad de este siglo II las que no superan ese peso.
Como dijimos al principio, estas notas están sacadas en su mayor parte de la página
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