Es la referencia nº 23 del Corpus, que se caracteriza precisamente por ese signo entre las 8 referencias con la leyenda URKAILTU-NESELTUKO (de la nº 17 a la 24). Vilaronga describe el signo como "marca ornamental", pues no se corresponde con ningún signo del alfabeto. La moneda coincide exactamente en sus cuños, tanto de anverso como de reverso con la fotografía del libro, así que es totalmente normal y típica.