estoy leyendo:study: .... intersante pero me ha sorprendido lo siguiente y
lo espongo a continuación ya que nadie dice nada sobre los cuños.....
La Casa de la Moneda en este periodo hace sus propias investigaciones, más sujetas a la
observación a la experiencia y a la necesidad, que a una verdadera intención
investigadora. Según los estudios de la propia factoría, los troqueles de las monedas de
plata no duraban más de 14.000, 18.000 y 25.000 piezas en función de su ley y valor.
Lo normal en cuanto a duración estaba entre 3.000 y 9.000 monedas.
Por eso la calidad del acero de los cuños era muy importante.
Habitualmente hasta 1892, los troqueles de acero eran suministrados “por almacenes de
hierro” (García Patón, F, 1895) y luego se ajustaban en la propia ceca. En 1892, en vista
de los informes emitidos se compró acero especial ya ajustado a tamaño. (García Patón,
F, 1895)
Como ejemplo de la importancia de la producción que el acero para troqueles va a tener
podemos traer la del cuarto trimestre de 1890, donde se gastaron en acero para troqueles
3.545,50 pesetas en la producción de duros de plata, de los cuales se acuñaron en este
periodo 3.571.891.
Con este acero y las nuevas máquinas automatizadas se labraron en 66 días, 90.750
kilos de plata (García Patón, F.,1895). Si, como dice el mensaje en el reverso de cada
“duro” salían 40 piezas en kilogramo, el número de piezas es fácil de calcular:
3.630.000 piezas, como mínimo si no se labraron piezas menores.
Lo siguiente lo añado porque me parece interesante aunque no tiene que ver con la época de finales del Siglo XIX, el moderador si lo cree conveniente que lo borre.
En 1934, el exhaustivo ingeniero Redonet, hacía en su memoria del año un detallado
análisis de los diferentes tipos de acero, diciendo lo siguiente: “De los aceros ensayados
dieron resultados satisfactorios los de la marca “Sandwick” y “Boehler” que en unión
del acero “Hustman” que sobró de la peseta, son los que se utilizarán para realizar la
acuñación de cupro-níquel ahora en curso” (Redonet, J.L., 1934:2)
Se ve por tanto la importancia del tema de los aceros....
Y añade el ingeniero otra reflexión al decir: “…quiero señalar que se tienen para su
ensayo, tochos de acero forjado del tamaño aproximado del troquel que por no tener
sus fibras estriadas en el sentido longitudinal, como consecuencia de la laminación,
afirman los representantes que los enviaron que dan rendimientos excelentes”
(Redonet, J.L. 1934:4)
Precisamente en este año de 1934 surgió un problema que gracias a la pericia y buen
hacer de Redonet y su equipo se pudo resolver de la forma más sencilla y barata para las
arcas del estado. Pero de nuevo nos transmite en su memoria la importancia de los
cuños y de su acero con los necesarios trabajos que sobre ellos se debían (y deben
hacer) para lograr que sirvan como troqueles eficaces en los procesos de producción.
Redonet nos dice: “Por la índole delicadísima del trabajo que no permite que la parte
grabada del troquel sea retocada posteriormente, es necesario que durante el recocido
no sufra la menor oxidación ni picadura esta parte grabada.” (Redonet, J.L. 1934:3)
SALUDOS