"Nuestra Señora de Atocha" y el "Santa Margarita"
En 1621, la corona española controlaba un vasto imperio que abarcaba cuatro continentes.
Debido a los continuos ataques de las flotas francesas y holandesas a las posesiones españolas en América, y los constantes ataques a sus barcos, la corona española vio bastante mermada su riqueza, por lo que decidió proteger sus barcos con galeones bien armados, navegando en la retaguardia. Uno de estos galeones fue el “Nuestra Señora de Atocha”, que recibió ese nombre por el santuario más importante del Madrid del siglo XVII.
Construido en La Habana en 1620 como galeón de guardia, pesaba 550 toneladas, 34 metros de eslora, 10 metros de manga y 4 pies de calado, con una altura de 6 metros desde la cubierta. Tenía 4 mástiles, con velas cuadradas y un palo de mesana con vela latina. Dos castillos, uno en la proa y otro en la popa donde viajaba la nobleza. Poseía 30 cañones de bronce. En su primer viaje a España se le partió el palo mayor que tuvo que ser sustituido.
El 4 de septiembre de 1622, la flota “Tierra Firme” regresaba a España. Su primera parada fue en Cartagena donde cargaron oro y esmeraldas para continuar hacia Cuba. La costumbre era que un buque actuase como Almiranta, para la retaguardia, y otro como Capitana para dirigir la flota.
Como buque almirante de esta flota iba el “Nuestra Señora de Atocha” y el “Santa Margarita”, que fue construido en Cádiz. Al galeón “Nuestra Señora de Atocha” se le pertrechó con todo tipo de riquezas como carga: 125 barras y discos de oro colombiano, 24 toneladas en lingotes de plata peruana y mexicana, 180 pesos en monedas de plata, 1,200 libras de objetos de plata trabajada, 585 lingotes de cobre, perlas de Venezuela y esmeraldas de Colombia, 350 cofres de índigo, 525 fardos de tabaco, además de otras propiedades no declaradas de la tripulación y los pasajeros. Mientras el “Nuestra Señora de Atocha” iba repleto de riquezas y de personal, el “Santa Margarita” llevaba una carga más acomodada a su tamaño.
El día 5 de septiembre, un fuerte huracán se les puso a su paso por el estrecho de los Cayos de La Florida, y el día 6 de septiembre ocho buques de la flota se hundieron en el mar. Entre ellos “Nuestra Señora de Atocha”, con 265 personas.
Del “Santa Margarita” pudieron ser rescatados con vida 68 personas. Santa Margarita.
Mientras que de los restos del “Santa Margarita” se pudieron recuperar gran parte de los lingotes de oro, 64.000 monedas de plata, gran cantidad de piedras preciosas y perlas, y 8 cañones, del “Nuestra Señora de Atocha” se perdió su localización, ya que quedó hecho trozos muy esparcidos por los cayos.
Un aventurero ávido de encontrar tesoros, Mel Fisher, se convirtió en su principal buscador, cuando estudió los posibles planos de la zona del hundimiento, hasta que en 1985 dió con la zona exacta y recuperó toda la riqueza de este pecio, a 16 metros de profundidad, haciéndose inmensamente rico.
http://www.patasdeloro.com/spip.php?article16&id_document=58#documents_portfoliola moneda:
El motivo de esta entrada viene motivado por la moneda del compañero del pecio del atocha y sobre el marketing que parece haber con ciertos pecios, pues otras monedas rescatadas en menos cantidad y mejor conservadas no se acercan ni a un tercio del valor que se llegan a pedir por estas otras, esta en este caso casi llega a los 1800€ para mi me parece un disparate como se llegan a inflar el precio de algunas monedas a base de marketing, si lo se son un pedazo de historia que a quien no le gustaría tener...pero tampoco como para perder la cabeza.