La localidad murciana de Caravaca de la Cruz, localizada en la Sierra del Segura, celebra este año su segundo gran Año Jubilar a perpetuidad, concedido por el anterior Pontífice Juan Pablo II. Con tal motivo, la Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca decidió emitir una medalla conmemorativa en plata.
Este año 2010 supone para la cristiandad católica la celebración de Año Jubilar o Año Santo, con indulgencia plenaria a los peregrinos que cumplieran los requisitos anunciados por la Iglesia para tales ocasiones. Hasta el mes de enero de 1998, sólo Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Potes (Santo Toribio de Liébana) gozaban del privilegio eclesiástico para celebrar periódicamente años santos o jubilares. A partir de esta fecha es también la ciudad de Caravaca quien goza de este extraordinario privilegio.
Puestos en contacto con los emisores de la medalla, ha sido Francisco Javier García Navarro, vocal de Relaciones Externas de la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
“No es la primera vez que se han acuñado medallas conmemorativas del Año Jubilar de Caravaca de la Cruz, nos comenta García Navarro. Las medalla comenzaron a acuñarse en los tres Años Jubilares anteriores, 1981, 1996, 2003 (concesión “Im perpetum”, cado siete años del Año Jubilar por Su Santidad Juan Pablo II), y el presente de 2010. Precisamente en ese año 2003 contamos con la visita especial del entonces cardenal Ratzinger, ahora Su Santidad Benedicto XVI”.
Sobre la entidad acuñadora, el vocal de Relaciones Externas de la Cofradía indica que “La empresa de acuñaciones es de esta misma ciudad, de aquí de Caravaca. Se trata del taller del orfebre Juan Antonio Ros, quien ha acuñado la medalla en plata de ley, con 30mm. de diámetro”.
Respecto al diseño de anverso y reverso de la medalla, García Navarro explica que “corresponden a la Santa. Cruz en el anverso y la Basílica-Santuario en el reverso, sujetos a copyraid de esta Cofradía”.
Por lo que se refiere a esta emisión, en una primera tirada se acuñaron mil medallas, “y dependiendo de las necesidades se van a volver acuñar otras dos mil más en el mes próximo”, afirma nuestro interlocutor. De los años anteriores se agotaron las tiradas que se efectuaron. “Su Venta solo se efectúa desde ésta Cofradía, y tres puntos acreditados por la misma. Sólo y exclusivamente acreditados”, finaliza diciendo el vocal de Relaciones Externas de la Cofradía de la Santísima Cruz de Caravaca.
La Cruz de Caravaca se inserta dentro de las llamadas cruces orientales, y su fisonomía tiene una clara conexión con el “Lignum Crucis” Patriarcal de la Iglesia ortodoxa, ubicada en la Cripta del Santo Sepulcro de Jerusalén. Tras el probable hallazgo del madero donde murió Cristo, que la leyenda del franciscano La Vorágine (siglo XIII) atribuye a Santa Elena -madre del emperador romano Constantino (siglo IV)-, se fueron configurando relicarios que llevaban dentro trocitos del madero santo. Estos relicarios eran portados, inicialmente, por los Patriarcas de la Iglesia oriental. La tradición habla que la cruz que apareció en Caravaca el año 1231 fue la que usaba como pectoral el Patriarca Roberto, primer obispo de Jerusalén al comienzo del siglo XII, fecha en que la ciudad fue conquistada a los musulmanes en la Primera Cruzada.
Fuente:
http://www.panoramanumismatico.com/noticia/2418/Medallística/año-jubilar-2010-caravaca-cruz.html