Hola a todos, tengo el privilegio de poder compartir con vosotros una pieza que acumula mucha historia, una historia compartida por todos nosotros y, además, cuenta con el privilegio de contar con la tipología propia de las primeras piezas de plata acuñadas en el Nuevo Mundo. Se trata de
1 Real acuñado en
Méjico entre los años
1542 y 1555 a nombre de
Carlos I y su madre Juana “La loca”. Por si todo esto no fuera suficiente para considerar a la pieza “digna de estudio”, señalar que fue
rescata de un pecio con bandera española y que, después de muchas horas de análisis, he podido determinar su procedencia.
Datos de la pieza:Nominal: 1 Real
Año: 1542-1555
Ceca: Méjico (“Mo” a la izquierda del escudo; en anverso)
Peso: 3 gr (aprox.)
Diámetro: 23 milímetros
Metal: Plata de .931 milésimas
Diseñador: Siglas “O” en anverso, a la derecha del escudo.
Reinado: Carlos I y Juana “La Loca”
Dinastía: Casa de Austria
Estado de conservación: Shipwreck Effect (Grade 2)
Canto: Liso, pero irregular (especialmente afectado por la corrosión marina)
Tirada: N.D.
Referencias bibliográficas: “KM-9”; “Nesmith-108”; “Calicó-Tipo-106#150b”
Simbología:Anv.: “
CAROLVS ET JOHANA REGES” alrededor de de escudo de armas coronado de la Nación Castellana, que fue adoptado por el Reino de España como propio y que se caracteriza por dos leones y castillos acuartelados, además de una granada en su base como referencia a tal Reino. A ambos lados del escudo, “
Mo” en alusión a la ceca (Méjico) y “
O” como referencia al ensayador.
Rev.: “
HISPANIARVM ET INDIAVM” alrededor de las columnas de Hércules coronadas y que se erigen sobre las olas del océano Atlántico. Tales columnas se encuentran envueltas con una cinta que porta el lema “
Plvs” (izq.) “
Vltra” (dcha) asociado a la antigua creencia que aseguraba a que justo en esa zona (Estrecho de Gibraltar) acababa el mundo conocido y, por lo tanto, los navegantes no debían “
ir más allá” si no querían poner en riesgo sus vidas. El Reino de Castilla es así el primero en romper esas barreras y pisar las doradas arenas de las playas del Nuevo Mundo, suponiendo el mayor hito de la humanidad en muchos siglos.
Otras observaciones: La pieza muestra signos evidentes de corrosión, que nos revelan que la pieza ha estado sumergida varios siglos, sufriendo los efectos implacables del agua salada sobre toda su superficie. Para garantizar tal condición, la moneda dispone de un documento que certifica su autenticidad, aunque no hace referencia expresa al pecio del que procede. No obstante, después de varias semanas de investigación, he establecido el pecio “Nuestra Señora de Atocha”, como su lugar de procedencia más probable puesto que en diversas fuentes consultadas, aparecen algunas monedas con las mismas características que presenta la moneda que ilustra este hilo, coincidiendo incluso en el valor nominal, marca de ceca y marca del ensayador. Dicho esto y para finalizar, es importante recordar que en este pecio, a pesar de pertenecer al reinado de Felipe IV, es el pecio en el que
se ha encontrado una mayor variedad de monedas (tanto en tipologías como en reinados), mostrando una pieza de 8 Reales pertenecientes al reinado de Felipe II
en este mismo foro y que también se encontró en el mencionado pecio.
Información del pecio: Durante el verano del año 1622, una gran flota española emprendía su viaje de regreso a España desde La Habana, cargada con riquezas procedentes de Oriente y de las Indias. Iba custodiada por los “
galeones de la guarda” (el Santa Margarita y Nuestra Señora del Rosario entre otros), y en cuyas bodegas viajaba un valioso cargamento: 24 toneladas de plata en 1038 lingotes, 180.000 pesos en monedas de plata, 582 lingotes de cobre, 125 barras y discos de oro, 350 cofres de índigo, 525 fardos de tabaco, 20 cañones de bronce y 1200 libras de platería trabajada. A esto se pueden añadir además otros artículos de contrabando para evitar el pago de impuestos, así como joyas y bienes personales no registrados. El viaje se realizaba cada año, pero en esta ocasión la flota partió con retraso (el 4 de septiembre) en plena temporada de huracanes, y fue así como, mientras se dirigía al canal de Bahamas, fue azotada de lleno por una terrible tormenta (con vientos cada vez más fuertes durante la noche y al alba la magnitud de las olas eran casi insalvables). Las consecuencias fueron desastrosas: la noche del 5 de septiembre se hundieron ocho barcos, entre ellos el Santa Margarita y el Nuestra Señora de Atocha, que navegaban juntos al final del convoy, recibiendo todo el impacto de la tormenta. Los barcos, con sus velas hechas jirones y sus mástiles rotos, fueron a la deriva hacia los arrecifes sin poder hacer nada para remediarlo. Los 5 barcos desaparecieron, el Atocha chocó contra un arrecife de coral y se hundió al instante debido a su pesado cargamento.
Al día siguiente, un barco mercante rescató a los 5 únicos cinco únicos supervivientes del naufragio (3 marineros y 2 esclavos) que se aferraron al palo de mesana, siendo esta la única parte del galeón naufragado que no llegó a hundirse.
En las décadas siguientes, los españoles organizaron varias operaciones de rescate y lograron recuperar grandes cantidades de oro y plata del Margarita. En cambio, debido a los inesperados efectos de otro huracán, nunca encontraron el Nuestra Señora de Atocha, aunque sabían que éste estaba hundido cerca del Santa Margarita y además contaban con el testimonio de sus cinco únicos supervivientes. Con los años, aquella flota del tesoro se perdió en el olvido...hasta que en 1969, Mel Fisher y su tripulación de iniciaron la búsqueda del tesoro del
Nuestra Señora de Atocha, la cual duró 16 años. Utilizando unos deflectores en sus hélices que habían inventado para mover la arena, a los cuales habían bautizado con el sobrenombre de “buzones”, y a otras piezas de equipo que se diseñaron para la ocasión, dedicaron años siguiendo los restos que aparecían desperdigados sin un orden aparente, incluso transcurrieron meses durante los cuales no encontraron ninguna pista que los acercase a su objetivo principal. En 1973, encontraron 3 lingotes de plata cuyos pesos y numeración se correspondían con la información obtenida del Archivo de Indias en Sevilla. Esto verificó que Fisher estaba cerca del filón principal perteneciente al mítico pecio. Durante su búsqueda, la leyenda que rodeaba al pecio se hizo manifiesta y, aunque su hijo Dirk encontró cinco cañones de bronce en 1975, cuyas marcas concluyeron a la identificación definitiva del Atocha, una semana después del hallazgo, el propio Dirk, su esposa Angel y el buzo Rick Gage murieron cuando una de las bombas del barco de salvamento en el que se encontraban sufrió una avería. Este terrible suceso marco la macabra coincidencia de que 5 fueron los tripulantes que lograron escapar del Atocha y otros 5 fueron las personas que perecieron durante su búsqueda, por lo que llegó a hablarse de que le propio “
barco maldito” había “
reclamado” las almas que una vez lograron escapar a su destino. A pesar de este revés, Fisher y su intrépido equipo continuaron la búsqueda del Atocha.
En 1980, la situación comenzó a mejorar y ya habían logrado rescatar una porción bastante significativa de los restos de la Santa Margarita, junto con una gran cantidad en barras de oro, joyas y monedas de plata. El 13 de mayo de 1980, el hijo de Fisher, Kane, descubrió una sección completa del casco de madera del Santa Margarita bajo obuses de hierro, artefactos españoles del siglo XVII, piedras y otros objetos del naufragio. El 20 de julio de 1985, Kane Fisher, capitán de la embarcación de salvamento Dauntless, envió un eufórico mensaje a la oficina de su padre: "
Guarda las cartas. ¡Encontramos el filón principal!" La tripulación del buque de salvamento describió su hallazgo como “
un arrecife de barras de plata” y al cabo de varios días, las marcas de identificación que presentaban los lingotes fueron verificadas con el manifiesto del cargamento del Atocha. Tras el hallazgo del filón principal, comenzó la excavación de lo que, hasta la fecha, de conoce como “
los restos de la nave naufragada del siglo”. Como curiosidad, me parece interesante señalar que, hasta ahora, se estima que sólo se ha encontrado aproximadamente la mitad del cargamento del pecio, estando el resto en paradero desconocido. A pesar de esto, las riquezas que se recuperaron del Atocha eran de tal magnitud, que se bautizo al filón principal como “
El Banco de España”.
**Esta información ha sido elaborada a partir de la información extraída de varias páginas de internet y el video/documental que narra el rescate del Nuestra Señora de Atocha.Fotos:Espero que os guste!
Saludos.