Monedas partidas en la
Antigüedad
Por Rgonzalez
Durante el siglo I d.C. -fundamentalmente en ambientes castrenses-, se
solían contramarcar las monedas intentando reducir su
ámbito en la circulación y haciendo frente a la
escasez de moneda de bronce; pero también, a veces, se
partían cuidadosamente las monedas a fin de obtener
divisores. Ambas actuaciones debieron ir unidas, ya que
están presentes en el mismo tipo de monedas. Sin embargo,
solían hacerse por separado, ya que prácticamente
no se encuentran monedas partidas y a la vez reselladas.
Los ejemplos más abundantes
de monedas partidas se encuentran en los bronces de los siglos I a.C. y
I d.C., y dentro de ellos suelen ser ases partidos para circular como
semis, pero a continuación pueden verse algunos tipos muy
diversos de monedas partidas en la antigüedad y posiblemente
por otras razones a las indicadas, tal vez por motivos rituales o
religiosos.
Las monedas partidas para circular
como divisores resultan bastante apreciadas por el coleccionista, dada
la curiosidad que representan; sin embargo, no deben de ser confundidas
con las monedas simplemente rotas; debemos buscar las marcas de cincel
-que era la herramienta normalmente empleada-, pues es frecuente ver a
vendedores con monedas partidas (por los arados u otras causas)
ofreciéndolas engañosamente como divisores.
En primer lugar, hay que descartar las que han sido partidas
accidentalmente en un periodo reciente y por motivos
agrícolas del laboreo de la tierra generalmente. En
teoría es fácil, porque el corte que presentan no
es recto en ningún tramo, de tener alguno se presupone
intencionalidad, aunque la técnica empleada no fuera muy
precisa. Además el corte también presenta tierra
adherida y en ningún momento se debe ver el bronce porque
esto es señal evidente de su proximidad en el tiempo. En la
fotografía se ilustran algunas claras a modo de ejemplo, las
bajo imperiales son más frecuentes debido a su grosor
mínimo que les da mayor fragilidad, pero no se han tenido en
cuenta para el estudio.
A veces incluso en algunas monedas de bronce se nota alguna marca
lateral que parece indicar que la pieza ha sido sujetada para efectuar
el corte más fácilmente como se aprecia en el as
de Sekobirikes de la fotografía. En los denarios, es
frecuente observar un corte limpio por las propiedades del metal, pero
en bronce no suele serlo tanto y es preciso separar las partidas a
propósito de las accidentales. En la fotografia de los
denarios partidos se observa como el corte de los denarios republicanos
es más limpio que el del denario de Bolskan y
también se observa en el denario de Servilia otro amago de
corte en el anverso.
El peso medio obtenido es de dos gramos, la mitad de lo que tuvieron
que pesar la media de los primeros denarios ibéricos que
circularon. Obviamente el peso de las monedas partidas de plata es
más exacto porque partían de monedas cuyo peso
también era generalmente más uniforme, para la
obtención de divisores de monedas de bronce, los pesos
lógicamente son más dispares porque primero el
valor era menor y segundo el calculo de la fracción obtenida
se hacia por comparación y forzosamente resultaba
aproximativo al deseado.
El motivo de partir las monedas es evidente, la necesidad de moneda
fraccionaria por existir poca en circulación. Lo
más normal es encontrarlas partidas por la mitad, denarios
partidos para circular como quinarios, ases ibéricos pesados
para circular como ases en épocas posteriores posiblemente y
ases ligeros para circular como semises.
Denarios
(1 ibérico y 2 romanos) fraccionados por la falta de
divisores circulantes.
Pero también se da el caso de divisores más
pequeños como cuadrantes o tercios, pero casi siempre
procedentes de ases ligeros ibéricos. Los que aparecen en la
fotografías proceden de monedas cuyo peso antes de ser
partidas oscilaba entre los 8-9 grs. para Titiakos y 10-11 grs. para
Bursau y Sekobirikes.
Aunque también existen cuartos de monedas de ases antiguos
ibéricos y romanos, o sestercios que pudieron circular
incluso como ases en una época posterior por su
circulación coetánea incluso con monedas bajo
imperiales. Por ejemplo, el trozo de as de Castulo que debió
de ser partido para obtener un tercio de su peso, ya que procede de una
moneda cuyo peso medio está en 17-18 grs. observandose
además que no se ha obtenido un cuarto exacto, sino una
porción algo mayor.
También se encuentran monedas hispano-romanas partidas por
la mitad, que debieron de circular como semises, ya que las monedas
ibéricas circulantes en esa época debieron ser
bastante residuales, como lo indica el grado de desgaste que presentan.
Dos de las monedas mostradas en la fotografía difieren en el
peso 0,1 grs y el motivo no es otro que proceder de monedas
acuñadas muy próximas en el espacio y en el
tiempo. La de Augusto aunque es más moderna se
acuño con metrología más alta muy
parecida a la de los ases ibéricos semi-unciales.
Normalmente se encuentran mitades procedentes del corte de un as para
obtener dos semises, en la fotografía las mitades oscilan
entre 5,3 grs - 7,9 grs, y el cuarto que pesa 6,2 grs por proceder de
un as antiguo más pesado. Generalmente proceden de ases de
peso medio-alto, como el Clounioq (13-14 grs.) y los de Kelse y
Oilaunikos que tienen un abanico grande de pesos, según las
emisiones, pero que su peso medio está entre 15-16 grs.
Pero para formar cuadrantes se cortaba un trozo de una sola vez, que es
la forma más fácil de hacerlo, dejando un trozo
que podía valer como un cuadrante y del otro trozo mayor se
obtenían tres cuadrantes. También se observan
cuartos de monedas que procederían de cortar un as pesado o
sestercio con dos cortes, obteniendo un abanico de posibilidades dos
ases ligeros en época posterior, o en la misma
época de circulación de la moneda cuatro
cuadrantes o dos cuadrantes y un semis. Los trozos de la
fotografía oscilan entre los 2,5 - 3,2 grs y la moneda al
que le falta un trozo similar a los cortados pesa 7,9 grs.
El hecho de encontrar denarios forrados partidos por la mitad, puede
ser por dos motivos diferentes. Pudo ocurrir por partirse para obtener
quinarios que eran valores muy escasos en la época y al
hacerlo descubrir su condición de forrado, o bien para
eliminar la moneda de la circulación.
Por último, detallo los pesos de las monedas fotografiadas.
Medios denarios
Bolskan:
1,9grs.
Servilia: 2,0 grs.
Marcia: 2,1 grs.
Romanas
As
republicano: 6,7 grs.
Sestercio
Filipo: 5,1
grs.
No
identificada: 4,3 grs.
Hispano-romanas
Augusta
de Bilbilis: 7,4 grs.
Medias ibéricas
Trozos de ibéricas
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